Hoy mi hija de tres años se ha despertado y me ha dicho, "papá, siento pulsiones homosexuales irrefrenables a raíz de ver a dos mujeres ficticias darse la mano y fundirse en un breve beso, ¿estoy enloqueciendo, papá?".
No, hija. Has sido adoctrinada por el lobby de la cobra gay.