Defiendo a Henry, a Julio, a Leopoldo, a Guaidó, a Henrique, a Chúo y, sin importarme su partido, a todo el que, con aciertos y errores porque no son dioses, le esté echando pichón, como a distancia defiendo a Macri y a Lenin Moreno. ¿Me convierte eso en un jalabolas?