Cerramos una semana trágica en la
#rutacanaria
con, al menos, 63 personas muertas. Eran hombres, mujeres, niños y niñas de Costa de Marfil, Guinea Conakry, Mali, Senegal y Marruecos.
Están protagonizando y pagando con sus vidas una lucha que implora auxilio, humanidad.
La no respuesta de la UE, y no solo me refiero al obvio rescate y acogida digna, no hace más que incrementar la masacre. Hay que avanzar hacia algún lugar que genere esperanzas.
Es un reto generacional. Un puente hacia un futuro que necesitamos todos/as.
Y a los que hablen de "las mafias" les invito a combatirlas, que es una necesidad imperante: vías legales y seguras, accesibles. Posibilidades reales. Una apuesta decidida por la libertad y un margen necesario para los desplazamientos forzosos.
La lava del volcán de la desigualdad arrasa lo que se encuentra y destruye futuros posibles. Pero al contrario que un volcán real, la desigualdad tiene remedio o se puede mitigar y ese es el sonido del grito que en mi humilde opinión deberíamos escuchar y hacernos reaccionar.