Siento tristeza y vergüenza. Y rabia. Rabia porque volvemos a lo de siempre: que convertimos a la verdadera víctima en culpable y transformamos el discurso para que parezca lo que no es. Como si justificarse o dar una versión, automáticamente te exculpara.
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“Lo siento” no quiere decir “No pasa nada” ni “Todo está bien”. Los errores graves tienen que tener consecuencias duras y, entonces sí, aplaudir fuerte. Pero es cansado ver cómo, una vez tras otra, se altera el relato y se blindan las alianzas para que parezca...
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que no agradecemos nada y que somos quienes no sumamos. Que ganes lo que ganes, nunca es mérito tuyo. Es triste y da vergüenza. Y no se puede tolerar más.
@natarroyo
Nadie se traga la versión de Rubiales. Todos queremos a Rubiales fuera, menos sus colocados por supuesto y cuatro amiguetes como Luis Enrique. Rubiales saldrá porque las jugadoras se plantarán y detrás de ellas varios directivos, federaciones territoriales y jugadores masculinos.