Conocer nuestra historia nos permite reconocer la lucha de quienes nos antecedieron, nos exige honrar su memoria con nuestra propia lucha presente y nos acerca a la posibilidad de incidir en el futuro que deseamos para nosotras y quienes vienen detrás.
En este día de conmemoración, es preciso conversar sobre los privilegios sistémicos y culturales que históricamente nos han excluido, y con ello, aceptar la deuda que tenemos con nuestras niñas, con nosotras mismas, nuestras madres, abuelas y bisabuelas.
Hoy, nuestro reclamo es por la verdadera igualdad, la igualdad sustantiva, porque los crímenes contra nosotras se investiguen con perspectiva de género, porque la justicia se aplique con perspectiva de género, porque las mujeres logremos soñar sin pesadillas. Gracias a todas 🧵
quienes alzan la voz, gracias por hacerlo por todas, por las que conocen, por las que nos arrebataron, por las que incluso no conocen. Gracias por sumar a una mejor humanidad. Que este día nos recuerde que si los derechos no alcanzan a las mujeres, entonces, no son humanos.