Sobre periodismo, flojos y jornadas laborales. Fase 1, becario: en Antena 3, hacía el matinal, entraba a las 5:00 y salía a las 13:00. Un día alguien se debía quedar por una última hora. Yo me fui. Una contratada al día siguiente me dijo «si alguien debe quedarse eres tú» (1).

Reflexión 1: quienes toman decisiones para explotar a compañeros son otros compañeros. Ella no lo hacía para que yo aprendiera, sino porque a mí no me pagaban horas extras. Spoiler: ella ascendió, a mí no me ofrecieron contrato al terminar la beca (2).

Fase 2, ETT. En Telecinco hacía matinal y mediodía: entraba a las 5:00 y salía a las 15:15 y sólo cobraba 8 horas. Mi jefe me dijo «de 10:00 a 12:15 es tu hora de comida». Las últimas horas en esa franja me negué a hacerlas. Una compañera fija lo cubría sin ser su categoría (3).

Fase 3, contrato precario. En Real Madrid TV, contrato de 40 horas semanales de lunes a domingo. Realidad: entrar a trabajar a las 8:00 y salir a las 22:00 y estar sin librar los primeros 40 días porque había que lanzar el canal. Ah, sí, salario base 12.000 € anuales (5).

Los fines de semana los pagaban aparte. Tras esos 40 días, trabajaba 12 días seguidos y libraba 2, para que los fines de semana compensaran el sueldo de 💩. Así durante año y medio. ¿Cuál fue la recompensa? Cambio ilegal en nuestras condiciones para bajar el salario base (6).

El cambio, obra y gracia del gerente administrativo, que siempre creyó que la gente de la tele, como íbamos con vaqueros 🙄, no trabajábamos de verdad. Reflexión 3: en este sector, los directores se aprovechan de nuestra vocación, una vocación que muchas veces desprecian (7).

Este hilo quiere mostrar que nuestra profesión de comunicadores puede ser muy exigente en horarios y esfuerzo, sí, pero que las malas condiciones laborales no son intrínsecas a ella: se deben a personas que deciden aprovechar su posición de poder y sacar beneficio de ello. Punto.